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[Editorial nº119] Los que nos precedieron marcaron el camino: cuidado con nuestra actuación y la desunión

  • 09/03/2023

Ramón Quintano Ruiz | Vocal de la AEAFA

Número completo Revista nº119 para asociados


¿Actuamos en coherencia con los valores de la AEAFA? ¿Y con los principios que se recogen en el ya ‘antiguo’ pero plenamente vigente “Decálogo deontológico AEAFA para la Abogacía de Familia”?

Tal y como sabéis, durante este año 2023 la AEAFA está celebrando sus primeros 30 años de vida y es de justicia comenzar agradeciendo a todos los compañeros que han formado parte de las diferentes juntas directivas de nuestra asociación su altruismo y espíritu de servicio desinteresado para con todos los socios. Ellos han velado por nuestros intereses y reivindicado constantemente y ante todas las instituciones la tan anhelada especialización en Infancia, Familia y Capacidad dentro del orden jurisdiccional civil.

A ver si, este año sí, la conseguimos. En ello continúa la presente Junta.

Me gustaría recordar que, tal y como rezaba el lema de las recién celeradas XXX Jornadas Centrales, juntos somos más fuertes. Y es que corremos el riesgo de que, por ser varias las asociaciones que han aflorado últimamente y, por tanto, varias las interlocutoras y diferentes los matices —y en ocasiones, no únicamente matices— de las peticiones de cada asociación, perdamos fuerza, el mensaje se desdibuje y el legislador acabe sin saber qué es lo que tiene que hacer.

Desde sus inicios —¡cuando el Derecho de Familia aún era lo que era!—, la AEAFA ha venido realizando de forma discreta, perseverante y tenaz una inmensa labor de motor de cambio. Sin ella, hoy no estaríamos casi a punto, o eso nos gustaría pensar, de lograr esa ansiada especialización de los operadores jurídicos. Hay que recordar que, por poner un solo ejemplo, fue la AEAFA la que hace ya muchos años propuso la celebración de los encuentros anuales del CGPJ con la abogacía especializada en Derecho de Familia, que tantas mejoras ha introducido en la práctica del foro.

Entiendo que aquella manera de actuar de los que nos precedieron —por personalizarlo en dos compañeros que nos han dejado recientemente y que atesoraban una gran elegantia iuris, Luís Zarraluqui y Paco Vega— debería ser la correcta forma de comportarse de la abogacía de Familia si no queremos incurrir en un cierto desalineamiento entre cómo ha venido actuando y actúa nuestra asociación y lo que, por ejemplo, hacemos y mostramos en redes sociales. ¿Somos conscientes de que con nuestros actos contribuimos a prestigiar —o a desprestigiar— nuestra profesión y nuestra asociación? ¿Somos discretos, veraces y prudentes? En definitiva, ¿actuamos en coherencia con los valores de la AEAFA y principios que se recogen en el ya ‘antiguo’ pero plenamente vigente “Decálogo deontológico AEAFA para la Abogacía de Familia”?

Resumiendo: Es fundamental mantener la ya consolidada forma de actuar como asociados de la AEAFA y no perder de vista que quienes han representado, representan y representarán a la AEAFA, trabajaron, trabajan y deberán trabajar para servir a la AEAFA, no para servirse de ella.